miércoles, 23 de julio de 2014

Los tambos en el QhapaqÑan fueron lugares de hospedaje y almacenaje.

Estos lugares cumplieron principalmente funciones de hospedaje y almacenaje. Su localización y la distancia entre ellos estuvieron determinadas por la presencia o ausencia de agua; recursos productivos, terrenos secos, pantanosos o abruptos; centros de población local; proximidad a la mano de obra; y por las facilidades que podían ofrecerles a las caravanas de llamas y a las comitivas reales.
La distancia promedio entre un tambo y otro era de entre quince y veinte kilómetros, por lo que podía recorrerse en una jornada de viaje equivalente a un día.
La construcción, mantenimiento y abastecimiento de los tambos estuvo a cargo de las poblaciones locales cercanas y bajo la supervisión de un capitán de guerra o curaca. Al igual que los centros administrativos provinciales, aunque en menor dimensión que éstos, los tambos tenían entre sus componentes canchas, kallankas, colcas, ushnus y plazas. Como la construcción de los tambos responde a un interés local, sus dimensiones y características son diferentes y no presentan la totalidad de los componentes descritos. Por ejemplo, en ocasiones, pueden presentar tan solo recintos en torno a un patio o una kallanka a la vera del camino.
Es posible que a lo largo de todo el sistema vial, el Inca haya mantenido aproximadamente entre mil y dos mil tambos. Algunos de los tambos vinculados al Qhapaq Ñan son los siguientes: Tambo Real en Lima (tramo Xauxa – Pachacamac), Huarautambo en Pasco, Tunsucancha o Tambococha en Huánuco (tramo Yanahuanca – Huánuco Pampa), Tambo Colorado en Ica (tramo Incahuasi – Pisco), entre otros.
Fuente: Guía de Identificación y Registro del Qhapaq Ñan
Imagen: Reconstrucción de un tambo al lado del camino.

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